jueves, 6 de septiembre de 2012

No se de que hablar.

Afortunadamente, no se que comentar esta noche porque dudo sobre cual de los temas que tengo en mente hablar (ya llegará el momento de falta, de quedarme en blanco), y esa duda infinita en la que me he sumergido todo el día ha sido la solución. El problema, sin darme cuenta se ha convertido en mi argumento.

Mucha gente, al ver que estoy dipuesto a no seguir una línea definida en este espacio, al ver que pretendo hablar de política, de sociedad y de actualidad a la vez que de psicologia y motivación, combinando opinión con "sermones", me ha aconsejado que escoja, que me defina, que así tendré seguidores fieles que se encuentren lo que esperan cuando entren en mi blog. A lo que yo digo: sí, ¿Pero de qué hablo? ¿Qué escojo?

Me considero una persona polivalente, puedo hablar de muchos temas diferentes, puedo opinar de cualquier cosa, aprendo rápido... Y los que me conocen piensan que tengo suerte, ¿suerte? Yo pienso que para nada.

Esa capacidad de adaptación es lo que me impide definirme. Es decir, no soy especialista. No hay nada que destaque sobre lo demás, y claro, igual que durante todo el día he estado dubitativo, me paso la vida así.

Enlazando con el post de ayer, en los libros de "apoyo personal" te invitan a escoger qué quieres hacer y poner toda tu energía en ello, que no mires atrás, que no DUDES. Eso es muy fácil para los especialistas, ya sean mejores o peores, pero se dedican a lo que saben con todas sus fuerzas. Los "Gutis" como yo, como nos descuidemos, como no nos centremos en una sola posición en el terreno de juego y aprendamos un poco de todas las tareas y seas bueno en todo pero en nada destaques, por muy muy muy bueno que seas, puedes quedarte en nada.

Si tú proyectas duda, la gente duda de ti.

La DUDA es una enfermedad, te diluye, estás con muchas mujeres y no tienes tiempo para ninguna. Ninguna está satisfecha, y como no decidas con cuál casarte, te quedas soltero, una a una se irán enfadando contigo por falta de atención y por falta de fidelidad.

Hay que tener en cuenta que la sociedad cada vez está mas preparada para los especialistas. La cultura general es cada vez menos un valor decisivo. Por tanto, si te sientes identificado con esta "polivalencia", defínete. Elige. Haz un juicio de valor tú contigo mismo y decide, decide quién quieres ser, qué quieres y olvidate del resto. Porque el que mucho abarca poco aprieta.

Y yo, perdonadme, pero no voy a predicar con el ejemplo. Voy a seguir hablando de lo que me apetezca, algunos días opinando y otros intentando ayudar como hoy.

En la vida real yo ya he elegido, ¿Y tú?

1 comentario:

  1. Esto lo podría haber escrito yo:
    " Me considero una persona polivalente, puedo hablar de muchos temas diferentes, puedo opinar de cualquier cosa, aprendo rápido... Y los que me conocen piensan que tengo suerte, ¿suerte? Yo pienso que para nada.

    Esa capacidad de adaptación es lo que me impide definirme. Es decir, no soy especialista. No hay nada que destaque sobre lo demás, y claro, igual que durante todo el día he estado dubitativo, me paso la vida así."

    Nosotros nos entendemos, jaja

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