lunes, 10 de diciembre de 2012

En busca de la felicidad.

En mi cabeza, y supongo que en la de muchos, hay un debate continuo, eterno, feroz. Ambición o tranquilidad, batalla o paz, éxito social o pradera de amapolas.

Éxito, lo he matizado con social porque es un concepto complicado. La gente piensa que triunfas cuando llegas muy alto, y si, es cierto, pero, ¿no es tener éxito en esta vida ser feliz? ¿La felicidad depende de lo alto que se llega?

No lo sé, no contesto.

Sinceramente estoy muy cansado. Agotado. Estoy en la busqueda de la felicidad para que esta me aporte las fuerzas necesarias para emprender, para crecer. O no, o simplemente para encontrar mi rinconcito de paz que me haga ser feliz, disfrutar.

Lo más importante es eso, disfrutar con lo que se hace. Es imprescindible dedicarse a algo que guste, que se haga ameno por el simple hecho de que lo harías por divertirte.

Envidio a mi hermana, bailarina. Se pasa el día ensayando, y cocina taconeando, pasea haciendo palillos y sus momentos de descanso son viendo videos de gente que se dedica a lo que ella. Yo quiero eso. Es una lástima que ya no me de para ser futbolista, pero, algo habrá.

Empiezo a pensar demasiado. Se me está nublando el horizonte. Cierto es que tengo la meta muy cerca, mucho, y se hacerlo, y se me dará muy bien. También es cierto que el medio me duele, y que no sé si la meta me va a cansar también, porque será lucha, en otro nivel.

He hablado en futuro, mi subconsciente se ha pronunciado. O no, o es fruto de mi engaño, de llevar mucho tiempo en esta guerra. No sé.

Kit-kat.