lunes, 22 de octubre de 2012

En el equilibrio está la sabiduría.

Ha llegado un momento de inflexión en mi vida. Uno más, sí, pero quiero que este sea de los importantes. Quiero emplear mucho esfuezo en mi nuevo proyecto, y esto conlleva desgaste, y quitar esa atención a otros aspectos.

Por tanto debo moderar. A partir de ahora escribiré fines de semana, dos entradas mínimo por semana, pero llego a casa cansado, y escribir, lejos de ser una vía de escape como lo era ya hace casi dos meses, ahora es una responsabilidad, es decir, a pasado de ser un para qué a un por qué.

Porque cuando tienes un obejtivo ilusionante debes enfocar todo a eso, porque no puede haber dudas.

Llegar cansado a casa y con la cabeza en otro sitio me haría bajar la calidad de las entradas, y no, prefiero menos cantidad, sinceramente. Podré escribir más tranquilo y de mejores temas si lo hago semanalmente.

El equilibrio está en enfocar las fuerzas a lo necesario. Volverá el momento en que esto, y mis sermones, requieran gran parte de mi energía.

Hasta el sábado.

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